Un desierto de Mongolia, ejemplo en la lucha contra la desertificación

Un desierto de Mongolia, ejemplo en la lucha contra la desertificación

El desierto de Kubuqi (Mongolia) era conocido como "la zona prohibida de la vida" y "el mar de la muerte". La hierba no podía crecer allí y casi nadie vivía allí.

Situado en Erdos, en la región autónoma de Mongolia interior del norte de China, es el desierto más cercano a la capital de China, Pekín, con una superficie de 18.600 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, Kubuqi ha sido testigo de un milagro en la lucha contra la desertificación. En los últimos 30 años, la cooperación entre el gobierno, las empresas, las organizaciones sociales y los agricultores y pastores locales ha servido para transformar el desierto de Kubuqi. Ahora, la cobertura vegetal alcanza el 53% del desierto.

Históricamente, Kubuqi era una ciudad rica, con agua y pastos, donde vivían 130.000 residentes durante el reinado de la dinastía del emperador Hanping (206 a.C. - 25 d.C.). Sin embargo, el cambio climático y la sobreexplotación de las tierras de cultivo convirtieron esta zona en desierto.

La lucha contra la desertificación es la única salida para los habitantes de Kubuqi, y es un proceso que comenzó hace 30 años. Antes, en Kubuqi, la gente sólo podía montar en camello. Un viaje de 100 kilómetros suponía seis días, y la primera carretera que atravesó el desierto se construyó en 1999.

La gente comenzó a combatir la desertificación en todo el desierto con la plantación de árboles. Después de 30 años, muchos agricultores y pastores de Kubuqi se han convertido en expertos en la gestión de la desertificación.

Espíritu Kubuqi

Al principio, la tasa de supervivencia de los árboles plantados era de tan sólo del 20%. Incluso durante el proceso de lucha contra la desertificación, la situación ambiental en Kubuqi siguió deteriorándose, pero la gente nunca se dio por vencida.

Durante más de tres décadas, la tecnología de plantación de árboles experimentó un desarrollo continuo en Kubuqi. Ahora, la gente es capaz de plantar un árbol en 10 segundos, y su tasa de supervivencia supera el 80%.

Actualmente, el desierto de Kubuqi está rodeado hoy por un “sistema defensivo” formado por árboles, arbustos y pastos. En 2018, la cobertura forestal en Kubuqi había alcanzado el 15,7%, frente al 0,8% en 2002, y la cobertura vegetal era del 53%. Más de 500 especies de animales salvajes viven ahora allí.

Fuente: Global Times

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